La década de 1960 fue una época en la que prevalecieron los jugadores altos en la NBA. Wilt Chamberlain y Bill Russell fueron algunos de los internos que tuvieron la hegemonía de la competencia en aquellas épocas. Y también, Walt Bellamy estaba en esa línea luchando de igual a igual con los monstruos de la mejor liga del mundo.
El centro se destacó por su capacidad para dominar el torneo en las anotaciones y la lucha rebotera. Además, llegó a ser un pilar en la efectividad en los tiros de campo. No obstante, su principal problema fue no haber podido explotar todo su talento en equipos con aspiraciones al título. Esta fue la diferencia primordial con Chamberlain, Russell, entre otros.
Walter Jones Bellamy nació el 24 de julio de 1939 en New Bern, North Carolina. Dio sus primeros pasos en el deporte jugando para el JT Barber High School. Por su altura y capacidad para rendir debajo del aro, la Universidad de Indiana lo reclutó para que sea la estrella del elenco desde 1958 hasta 1961.
Luego de sus tres años, su actuación superlativa le permitió cosechar marcas que hasta hoy en día no han podido superar los integrantes de la Universidad de Indiana. Bells (su apodo) fue el que más rebotes capturó con esa camiseta, llegando a 1087. Asimismo, tiene el récord de más doble-dobles en una sola temporada (59). La NCAA lo incluyó al Segundo Mejor Quinteto All-American en 1961.
Por ende, la NBA entendió perfectamente que el oriundo de Carolina del Norte era un jugador con un enorme potencial. Y Chicago Packers, una franquicia que recién empezaba su trayectoria en la liga, capitalizó su primer puesto del Draft de 1961 para seleccionar al centro de 2m11 de altura.
LLEGÓ PARA BRILLAR
En esa primera temporada, Walt Bellamy hizo resonar la competición por medio de sus habilidades para ejercer su poderío en la pintura. Y encima, lo hizo en una era que tenía de protagonistas a las torres gigantes de Philadelphia 76ers, San Francisco Warriors (Wilt Chamberlain) y Boston Celtics (Bill Russell).
El pivote terminó la campaña con un promedio 31,6 puntos (segundo mejor registro de todos los tiempos para un novato), 19 rebotes (tercer mejor registro para un jugador de primer año) y 2,7 asistencias en 42,3 minutos por encuentro. Además, tuvo el mejor porcentaje de lanzamientos de todo el torneo, con un 51.9% de efectividad. De esta forma, la NBA lo seleccionó como el Mejor Novato del Año y tuvo su primera participación en el Juego de las Estrellas.
Sin embargo, el nivel de su equipo no fue para nada bueno, ya que apenas festejó en 18 de los 80 compromisos de fase regular. Para la 1962-63, la franquicia cambió su nombre a Chicago Zephrys, antes de realizar una mudanza trascendental. Y el registro del elenco no tuvo grandes mejores, debido a que cosechó apenas 25 victorias. Mientras tanto, Bells conservó su alto nivel de juego con una media de 27,9 unidades (52.7% en tiros de campo) y 16,4 tableros en 41,3 minutos por partido. También, estuvo presente en el All Star Game de 1963.
El conjunto se mudó a Baltimore Bullets para la campaña 1963-64, con el fin de iniciar una era más prometedora. Walt Bellamy vistió la nueva camiseta durante dos torneos, en los cuales participó del Juego de las Estrellas en ambas ocasiones. Luego de las ediciones de 1964 y 1965, no volvió a ser convocado para el evento que reunía a los principales rerferentes de la competición.
No obstante, pudo clasificarse por primera vez a los Playoffs. Después de haberse quedado cerca en la 1963-64 (marca de 31-49), se desquitó liderando al elenco hacia un récord de 37 ganados y 43 perdidos en la 1964-65. Con un promedio de 24,8 puntos y 14,6 rebotes por aparición, guió a los Bullets hacia su primera aparición en la postemporada de su historia. A su vez, el equipo derrotó a Saint Louis Hawks por 3 a 1 para avanzar a las Finales de la División Oeste. De todos modos, cayó ante Los Ángeles Lakers por 4 a 2.
En la 1965-66, ocurrió el primer traspaso de su carrera. Tras haber disputado apenas ocho partidos con Baltimore, fue canjeado a New York Knicks con el fin de continuar su aventura en la Gran Manzana. Así, el centro tuvo la oportunidad de sumar sus talentos en un plantel repleto de jóvenes que levantaron el trofeo Larry O’Brien en 1970. Algunos ejemplos fueron Willie Reed, Walt Frazier, Bill Bradley, entre otros.
Pero Bells no pudo ser partícipe de esa conquista, ya que el conjunto neoyorquino lo traspasó nuevamente en el inicio de la 1968-69. Su estadía en uno de los elencos más longevos de la NBA duró apenas tres años, en los cuales acumuló un registro de 18,9 unidades (52.2% en lanzamientos), 13,3 tableros y 2,5 pases gol en 37 minutos por encuentro.
En ese tiempo, los Knicks se clasificaron dos veces seguidas a Playoffs en 1967 y 1968, tras haber estado siete temporadas sin poder avanzar a la postemporada. Sin embargo, pudieron escalar solamente hasta las Semifinales de la región. Un año y medio después de la salida de Bellamy, los de Manhattan tuvieron la fortuna de salir campeón por primera vez de la NBA.
EL ÚLTIMO PERÍODO
Walt Bellamy continuó sus andanzas en Detroit Pistons para la segunda mitad de la campaña 1968-69. En ese certamen, se transformó en el jugador con más partidos disputados en la fase regular de todos los tiempos. A las 53 apariciones con el conjunto de Michigan, se le sumaron los 35 encuentros que jugó con New York Knicks.
Pero Detroit lo volvió a intercambiar en el arranque de la 1969-70, esta vez a Atlanta Hawks. Luego de haber afrontado 56 compromisos en la Ciudad del Motor, estuvo presente en 23 juegos del conjunto de Georgia. En esa fase regular, promedió 15,5 puntos y 13,5 rebotes en 37,2 minutos por partido. Así, ayudó a que el equipo se clasificara a Playoffs tras conseguir una marca de 48 ganados y 34 perdidos.
Además, los Hawks superaron en la primera ronda a Chicago Bulls. De todos modos, Los Ángeles Lakers volvió a ser la pesadilla de Bells, ya que se impuso en las Finales de la División por 4 a 0. Después, el oriundo de Carolina del Norte se mantuvo en el roster de Atlanta hasta 1974. Avanzó tres veces seguidas a la postemporada, pero no pudo superar las Semifinales de la región. Su registro en aquella etapa fue de 15,6 unidades y 12,2 tableros en 36,1 minutos por juego.
En la 1974-75, firmó con New Orleans Jazz por una sola temporada. Al igual que en su campaña de novato, Walt Bellamy culminó su carrera en una franquicia que recién empezaba su participación en la mejor liga del mundo. El centro formó parte del primer torneo del equipo, en el cual registró 23 victorias y 59 derrotas. Luego de ese certamen, decidió colgar las zapatillas tras 14 años en la NBA.
NO SE OLVIDA DE SU MAGIA
Walt Bellamy no fue incluido entre los 75 mejores jugadores de la liga, en la previa a la campaña 2021-22. Por eso, muchos periodistas y seguidores de la competencia afirmaron que su ausencia fue una decisión errónea de la entidad norteamericana. De todos modos, el pivote tuvo sus reconocimientos después de su retiro.
En 1993 ingresó al Salón de la Fama, como reconocimiento a su increíble trayectoria en la NBA. También, volvió a ser homenajeado en 2010, por haber sido parte de la Selección de Estados Unidos que salió campeón de los Juegos Olímpicos de 1960. Esa actuación con el seleccionado de su país, así como su performance en la Universidad de Indiana, fue determinante para dar el salto a la mejor liga del mundo.
Tres años más tarde, Bells dejó el mundo. El 2 de noviembre de 2013 falleció a los 74 años, en College Park, Georgia. En la ciudad de Atlanta, donde jugó gran parte de sus últimos años, yacen sus restos en el South-View Cementery. Sin dudas que su lápida debe tener la siguiente descripción: “Walt Bellamy, un jugador que fue protagonista en la era de los gigantes en la NBA”.
