Con solo 19 años y 2.21 metros de altura, Victor Wembanyama tiene todo listo para ser el número uno del draft de la NBA de junio. Es francés, utiliza el número 1 del pequeño club parisino Mets92 y ya se vende casi al mismo precio que la camiseta del PSG de Kylian Mbappé.
Es “un jugador sacado de un videojuego” dice Stephen Curry. “No parece real”, agrega LeBron James.
Lo cierto es que Wembey crea un revuelo todos los viernes cuando los Mets 92 juegan en Levallois, en el Estadio Cerdan de Valais (suburbio de París). Siempre con entradas agotadas desde finales de 2022 (máximo 2.800 espectadores).
El interno nacido en Le Chesnay está destinado a hacer historia en la NBA. “Vendemos unas 60 camisetas por juego. Antes de que llegue Wenby vendíamos menos de 10”, señaló a la agencia EFE un empleado de la tienda oficial del club.
Se puede pagar hasta 85 euros por una camiseta, algo muy parecido a lo que se paga por la de Kylian Mbappé del PSG (107 euros).
“Como francés, queremos que brille en la mejor liga del mundo. Podremos decir: ‘lo vimos jugar aquí’. Compré su camiseta por ser francés como yo”, le confiesa a EFE el aficionado Loran Kozic.
En el estadio, existe una réplica casi a escala real de Wembanyama para tomarse fotografías. Además de abarcar una gran cantidad de público, la prensa también explota en cada juego en Levallois. Más de 50 periodistas -muchos de ellos extranjeros, se acercan para ver a Wemby antes de que de el gran salto a la NBA.
No se ve un hype así desde los tiempos de LeBron James, hoy próximo a romper la marca de anotación histórica de Kareem Abdul-Jabbar en la NBA, en el college. Tan grande es lo que se espera de Wembanyama, para muchos un Alien del básquetbol, que la NBA acordó con los Mets en la Liga de Francia (LNB) para poder transmitir sus juegos de manera gratuita a través del NBA League Pass.
Si bien es off the record, se supo que la NBA pagó cerca de 130.000 euros por estos derechos.
Wembanyama se mantiene cauto y trata, todo lo posible, de alejarse de la expectativa que genera. Su intervención en los medios de comunicación es moderada.
“Me gusta progresar, tengo que afrontar retos y me gusta que me digan las cosas claras, aunque suene desagradable”, explicó Wemby a Le Parisien en diciembre.