El ocaso de la década de los 50′ tuvo a Saint Louis (Atlanta) Hawks y Boston Celtics como protagonistas en la NBA. El par tuvo como punto en común a Red Auerbach, quien dirigió en la 1949-50 a los Hawks antes de su mítico paso por los Celtics. Su paso por el primer equipo fue recordado con desprecio, ya que Auerbach cambió constantemente el plantel. Renunció tras el traspaso de John Mahnken a, justamente, los Celtics por decisión del dueño Ben Kerner.
El camino de todas las partes se volvió a encontrar a fines de los 50′. Mientras Boston forjó la base del equipo que inició la etapa de 15 títulos en 29 años, Saint Louis tuvo una cruda reconstrucción. Se ausentó a los Playoffs entre 1950 y 1956. Logró su regreso cuando fichó a Bob Pettit, quien fue MVP y estrella en su segundo año en la liga.
La primera batalla entre Hawks y Celtics se dio en las finales de la NBA de 1957. Cada uno de ellos mandó su conferencia en la fase regular. Saint Louis curiosamente lo logró con un 34-38 que lo igualó con Lakers y Pistons. Venció a ambos en el desempate y luego tachó a los de Minneápolis por 3-0. Historia diferente para un Boston que lideró con un 44-38. Luego borró a Syracuse Nationals (3-0) en la definición regional.
La final fue parejísima. Saint Louis logró ponerse 1-0 y 2-1, pero Boston respondió y hasta llegó a ponerse 3-2. Un 96-94 explicado a partir de los 32 puntos como 23 rebotes de Pettit puso la historia en tablas. La estrella de esta historia terminó con 39 unidades y 19 recobros en el juego definitorio, pero Boston lo ganó 125-123 a partir de una mejor labor en los rebotes. Tom Heinsohn (37 unidades y 23 rebotes) fue la figura del elenco victorioso, mientras que fue bien secundado por Bill Russell (19 y 32). Aquel fue el primer título de los Celtics en su historia.
LA REVANCHA
Bob Pettit, como todo Saint Louis Hawks, encaró 1958 con un sólo objetivo en su mente: conseguir el título esquivo. La derrota en el séptimo juego había impedido una temporada perfecta.
No hubo grandes dudas sobre los candidatos para aquel año. Saint Louis volvió a ser el mejor del oeste, aunque esta vez con un 41-31. Boston lo fue en el este con un 49-23. Cada uno de ellos sorteó a su rival en la final divisional por 4-1 para la inevitable revancha.
El cruce tuvo un inicio parejo. Saint Louis golpeó de entrada al vencer por 104-102 en Boston en el primer juego. El elenco de Massachussets respondió con un 136-112.
Sin embargo, todo cambió desde el tercer punto, cuando Bill Russell padeció una torcedura de tobillo que lo marginó de la serie. Hubo un intercambio de triunfos en los siguientes dos asaltos, pero el envión anímico era para Saint Louis. Un 102-100 en Boston le dio a los Hawks un 3-2 como la chance de cerrar la historia en casa.
El 12 de abril de 1958 se vio una de las mejores producciones de la historia de la NBA. Bob Pettit encabezó la victoria por 110-109 con 50 puntos, además de 19 rebotes. El mejor jugador del encuentro anotó 31 tantos entre los primeros tres cuartos. Lideró a los suyos en el último al encajar 19 de las 21 unidades que sellaron la historia. Así, Saint Louis Hawks (hoy Atlanta Hawks) ganó su primer como único título de la historia en la 1957-58.
Pettit igualó el récord de puntos en un partido de finales, el cual había establecido Bob Cousy en 1953. Más tarde, en 1962, Elgin Baylor superó la marca con 61 tantos en el quinto juego de las finales de 1962.