Adidas siempre fue el principal competidor de Nike a nivel deportivo. Y en la mejor liga del mundo, la marca de las tres tiras no hizo la excepción. Por eso, la influencia de la empresa surgida en Alemania se sigue reflejando hasta hoy en día.
El arranque de Adidas en el básquet ocurrió en 1965, con el lanzamiento de dos zapatillas: Supergrip y Pro Model. Sin embargo, no tuvieron el éxito deseado porque la competencia se encontraba a favor de Converse, gracias a las Chuck Taylor All-Stars.
El auge de los alemanes en el deporte arrancó en la década de 1980, cuando arreglaron el primer contrato exclusivo con un jugador de la NBA. Kareem Abdul-Jabbar se animó a sumarse al movimiento de las tres tiras, y su primera edición fueron las Superstars. Este calzado significó el primero con una buena retribución económica para la empresa, lo que le permitió profundizar su trabajo en la liga estadounidense.
A raíz de las diferentes ediciones que sacó Kareem Abdul-Jabbar (Sky Hook Shoes, por ejemplo), Adidas pudo arreglar con otras estrellas de la competición. Patrick Ewing firmó un contrato con la empresa a fines de la década de 1980. Hubo tres ediciones que resonaron en el mercado de las zapatillas: las Adidas Conductor, Adidas Rivalry y Adidas Attitude. Todas se inspiraron en los colores de la camiseta de New York Knicks: blanco, azul y naranja.
EXPANDIENDO SU FIRMA
En la década de 1990, Dikembe Mutombo se unió al movimiento y presentó las Mutombo High-Top en 1993. Estas zapatillas generaron un impacto fuerte en las ganancias, debido a que tenían un estilo ideal para ser utilizadas también en el básquet callejero. Este último fue un elemento muy importante a tener en cuenta, ya que la pelota naranja se puede apreciar en cada rincón de las calles de Estados Unidos.
Entre fines de la década de 1990 y principios del siglo XXI, tuvo un momento especial porque atrajo a Tracy McGrady y Kobe Bryant para que lanzaran productos de calzado en conjunto con la marca de las tres tiras. En cuanto a McGrady, las T-Mac 1 que salieron a la venta en 2002 se convirtieron en uno de los calzados más icónicos que haya creado la empresa oriunda de Alemania.
Por el lado de The Black Mamba, sus productos creados durante el período de su contrato tuvieron una repercusión formidable a nivel mundial. Sin embargo, el astro de Los Ángeles Lakers dejó la empresa en 2003, con el fin de pasar el resto de su carrera vistiendo las NIKE.
PERSEVERANDO EN EL MERCADO
No obstante, la movida de Adidas continuó en la NBA. En 2008, le firmó un contrato de 14 años a Derrick Rose, quien deleitó a todos los seguidores de la liga con su explosividad y capacidad de salto. Al exhibir las adizero Rose 1 y las 1,5 en el aire, el negocio tuvo una notable evolución a nivel global. Por supuesto que el base, a pesar de las adversidades que atravesó en su carrera, siguió firme con la empresa alemana.
La marca de las tres tiras emuló ese camino con James Harden, debido a que le firmó un contrato de diez años en 2010. La Barba siguió extendiendo su contrato más durante su estadía en la mejor liga del mundo. Esto se debió gracias a la positiva respuesta del lanzamiento de sus Harden Volumen 1.
A partir de ahí, Adidas empezó a formar un grupo de figuras que se unieran al mercado y ayudaran a crecer a una empresa que siguió firme en la competencia, aún habiendo perdido su patricinio con las camisetas en 2017. Damian Lillard, Trae Young, Donovan Mitchell y Anthony Edwards fueron algunas de las estrellas que contribuyeron con la expansión de la marca a nivel global.
