Dwight Howard tuvo el mejor momento de su carrera en Orlando Magic. El centro llegó a jugar las Finales de la NBA con el conjunto de Florida en 2009. La franquicia había podido participar en esta instancia solamente en 1995, antes de salir campeón de la región a fines de la década del 2000.
Un año antes de llegar a las Finales, el interno se dio el lujo de comprar una mansión que reflejaba su alto nivel de juego en la mejor liga del mundo. Fue una época ideal para el número uno del Draft de 2004, y por ende aprovechó la oportunidad de adquirir una casa de enorme calidad en la “Chateau D’Usse”, en Longwood, Florida.
El pivote invirtió 7,8 millones de dólares en la propiedad. En 2014, tomó la decisión de ponerla en venta a un costo de 4,9 millones. Se mostró dispuesto a perder dinero por esta maravillosa vivienda.


La mansión tiene una superficie de 3360,42 metros cuadrados. Además, está compuesta por siete baños y cinco habitaciones. Y encima, se puede utilizar una escalera gigante y decorada, o un ascensor para trasladarse a cualquiera de los niveles.






Asimismo, la casa tiene un estilo gótico, que se traslada hasta el piso, los techos abovedados y los muebles de diseño. Por otro lado, hay una gran sala familiar con una chimenea de dos lados.




En tanto, la cocina está conformada por electrodomésticos de alta gama y una área separada que está destinada a la preparación de los alimentos.


A su vez, la mansión de Dwight Howard tiene la diversión asegurada. Es que posee un cuarto con mesas de pool, una amplia sala de proyección para entretenerse con series y películas, y un área de vinos almacenados con el fin de saborear los diferentes gustos que presenta la colección.






En cuanto al exterior, la vivienda extravagante cuenta con una cascada y un río lento. Además de una piscina, un patio con abundante vegetación, una cocina al aire libre, una hoguera y un lanai cubierto.




Dwight Howard se destacó por ser un centro habilidoso y con recursos vistosos que protagonizó la NBA en la primera década del siglo XXI. Y ese gusto novedoso y extravagante se reflejó en la compra de esta inmensa propiedad en Longwood, Florida.