Juegos Olímpicos

10/08/1984

Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984: El oro de la mano de Michael Jordan

Estados Unidos dominó la competencia en la capital californiana con la máxima figura como bandera. Ganó siete de sus juegos por 18+ puntos.

La década de los 80′ estuvo marcada principalmente por la Guerra Fría entre el bloque capitalista encabezado por Estados Unidos, y el bloque comunista con la Unión Soviética como principal referente. Por eso, para sorpresa de nadie, cuando los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 fueron confirmados, hubo un gran boicot. No había posibilidad alguna que países como URSS y Hungría se presenten en la ciudad californiana.

A la par de la gran tensión política, el avance capitalista fue gigantesco. Aparecieron las primeras computadoras personales (PCs), lo que iniciaba el proceso de masificación de la comunicación 2.0. El internet empezaba a ganar terreno con sus primeras batallas populares, pese a que su penetración en las relaciones interpersonales se dio mayoritariamente desde el 2000 en adelante. En un mundo de tensiones y cambios, como atravesado por el SIDA como principal problema sanitario, los medios masivos de comunicación tenían auge y el marketing ganaba terreno.

Junto a este proceso apareció quien cambiaría todo en el básquetbol: Michael Jordan. Mientras la NBA estaba marcada por la rivalidad entre Los Ángeles Lakers de Magic Johnson y los Boston Celtics de Larry Bird, el ícono del deporte iniciaba su transición hacia la liga más importante del mundo. Luego de tres años en la Universidad de Carolina del Norte con un campeonato destacándose entre su sinfín de premios colectivos y personales, el escolta fue seleccionado por los Chicago Bulls con el tercer lugar del Draft de la NBA 1984.

Si bien Jordan ya era una figura deportiva para aquel entonces, el evento en territorio angelino serviría para poder ver a aquella futura leyenda del básquetbol. Un evento imperdible en el que Estados Unidos buscaría recuperar la medalla de oro perdida en Moscú 1980 por su boicot ante la invasión soviética a Afganistán.

UN EQUIPO FORMADO A BASE DE ‘PRUEBAS’

Como Estados Unidos no competía con sus NBA en aquel entonces, en abril se realizaron las pruebas para formar el equipo de Los Ángeles 1984. Allí asistieron figuras del ámbito universitario, que ya tenía nombres para tirar talento al techo. Michael Jordan era el más destacado de un plantel que tuvo a jugadores de Patrick Ewing, Chris Mullin, Alvin Robertson, Sam Perkins y Joe Kleine. Además, fueron cortados Charles Barkley, Karl Malone, John Stockton, Terry Porter y Chuck Person.

Quien se encargó de dirigir al equipo fue Bobby Knight. Él condujo las pruebas como definió al plantel. ¿Quién era Knight? Uno de los entrenadores más importantes de la historia del básquetbol universitario. Para aquel entonces, campeón en dos oportunidades con la Universidad de Indiana en 1976 y 1981, como también coach del equipo en tres Final Four. Más tarde, en 1991, se sumó al salón de la fama.

Jordan era el jugador más sobresaliente de la nueva camada ‘NBA’ que estaba en el plantel. Hakeem Olajuwon, el número 1 del Draft de 1984, de raíces nigerianas todavía no tenía la nacionalidad estadounidense como para representar al país. Por su parte, Sam Bowie, elegido por Portland Trail Blazers sobre Michael Jordan con el número 2, desistió de sumarse al plantel para prepararse de cara a su primer año.

Pese a su gran llegada a la NBA, Bobby Knight no terminaba de estar conforme con el nivel de Jordan. ‘No puede tirar’ le dijo a un periodista que luego confesó su disgusto. Para poder terminar de definirse, organizó encuentros entre el seleccionado y combinados con jugadores de la mejor liga del mundo. Su Majestad le demostró que estaba equivocado.

DOMINIO TOTAL EN FASE DE GRUPOS

Estados Unidos fue parte de un Grupo B en el que no hubo equivalencias. El combinado norteamericano aplastó a China por 97-49 en el debut para dejar cuál sería la tónica. Alvin Robertson lideró el goleo con 18 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias; mientras que Michael Jordan añadió con 14 tantos con un 5/8 en dobles y 4/5 en tiros libres.

A este nivel siguió el dominio norteamericano en la primera etapa. Aplastó a Canadá por 89-68 y Uruguay por 104-68 para garantizar su presencia en la fase final. Tampoco hubo equivalencias ante los europeos: 120-62 a Francia y 101-68 a España.

SUSTO ANTE ALEMANIA PARA PELEAR POR LAS MEDALLAS

Estados Unidos se cruzó con Alemania Occidental en el juego de cuartos de finales. Un equipo que venía de ser cuarto en la otra zona, por lo que se esperaba una muestra dominio. Lejos estuvo de serlo: 78-67 para pasar a semifinales.

“No jugamos con la inteligencia que tuvimos hasta este partido. No podemos volver al vestuario y vernos las caras pensando en que jugamos bien. Lo hicimos muy mal”, reflexionó Bob Knight en conferencia de prensa.

Gran parte de esa bronca fue un adverso 35-32 en la segunda mitad. Y Jordan tuvo una gran responsabilidad en esa falta de goleo con apenas cuatro conversiones en 14 intentos.

A base de buena defensa, como del goleo de Detlef Schrempf (16) -quien jugaba en el básquetbol universitario y luego dio el salto a la NBA-, el elenco teutón limó una diferencia de 14 puntos, aunque no le bastó para lograr la remontada.

Steve Alford fue la figura de aquel encuentro con 17 puntos. Fue uno de los cuatro jugadores del elenco norteamericano con doble dígito. Además, conectó siete de sus doce tiros de campo y cada uno de sus tres tiros libres. Su rendimiento, el cual sorprendió a Alemania porque hasta ese entonces no había mostrado ese nivel, fue trascendental para el pasaje a semis.

MEMORIA Y MEDALLA DE ORO

Aquel ‘tropiezo’ ante Alenania Occidental le dio a Estados Unidos la posibilidad de reenfocarse sin perder un partido. Jugó de una manera más descentralizada en los dos juegos restantes, donde terminó de hacer notar su gran superioridad.

Superó 78-59 a Canadá para pasar a la final ante España. Allí volvió a vencer al combinado europeo, esta vez por 95-65. A la hora de la verdad, se vio al mejor Michael Jordan, autor de 20 puntos y dos asistencias para la victoria. Fue el líder en goleo como defensa. El preludio de lo que sería su extraordinaria carrera en la NBA.