Moses Malone arribó a Philadelphia 76ers para la temporada 1982-83, después de haber jugado cinco temporadas y media en Houston Rockets. Big Mo aterrizó al conjunto de Pensilvania, con el fin de juntarse con Julius Erving, Maurice Cheeks, Bobby Jones y Andrew Tooney. De esta manera, la franquicia se aseguró una incorporación de jerarquía, sin alterar la base principal de un plantel de élite.
Con este refuerzo, el elenco de Billy Cunningham se perfiló a pelear por el título, algo que no conseguía desde 1967. En la fase regular, terminó en el primer puesto del Este con un récord de 65 encuentros ganados y 17 perdidos. Y encima, cosechó el segundo mejor registro en la historia de la franquicia.
Moses Malone tuvo un rendimiento fundamental para que los Sixers dieran un salto de calidad desde principios de la competencia. El interno recibió el premio al MVP de la campaña tras promediar 24,5 puntos, 15,3 rebotes (mejor marca del certamen), 1,3 asistencias, 1,1 recuperos y dos tapas por juego.
Cuando terminó la fase regular, el centro hizo la predicción que quedó en la historia de la NBA. “Fo’, fo’, fo'”, afirmó el oriundo de Petersburg, Virginia. En español, sería: “Cuatro, cuatro, cuatro”. Esto significaba cuatro partidos ganados en cada una de las tres instancias de los Playoffs. El Jugador Más Valioso del torneo se refirió a que el equipo iba a barrer las tres series para convertirse en el primero en realizar la postemporada de manera perfecta de todos los tiempos.
A UN PASO DEL TRAYECTO PERFECTO
Philadelphia 76ers arrancó los Playoffs con un triunfo contundente en la primera ronda sobre New York Knicks por 4 a 0. El primer paso hacia la profecía se cumplió, batiendo al conjunto de la Gran Manzana. Y eso que el rival tenía a Bernard King, Bill Cartwright y Paul Westphal.
Luego, los Sixers superaron en las Finales del Este a Milwaukee Bucks por 4 a 1. La franquicia de Wisconsin se adjudicó el cuarto enfrentamiento, de la mano de Marques Johnson, Sidney Moncrief y Bob Lanier. Sin embargo, el elenco de Billy Cunningham se impuso en los otros cuatro duelos para quedarse con el campeonato del Este.
En las Finales de la NBA, los de la Ciudad de la Hermandad se enfrentaron con Los Ángeles Lakers, que contaba con Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Jamaal Wilkes. De todos modos, se impusieron con categoría al barrer la serie por 4 a 0 y conquistaron el título tras 16 años de espera. Asimismo, levantó el trofeo Larry O’Brien consiguiendo una de las marcas más icónicas de la historia de la liga, con 12 triunfos en 13 compromisos de la postemporada.
El entrenador Billy Cunningham resaltó después de la obtención del primer título de la franquicia desde 1967: “No creamos otra cosa. La diferencia en comparación a la temporada pasada ha sido Moses (Malone)”. Sin dudas, la aparición de Big Mo fue trascendental para cortar la larga sequía.
El 31 de mayo de 1983, se cumplió la predicción de Moses Malone para la postemporada, además de haber recibido el premio al MVP de las Finales tras registrar 25,8 unidades, 18 tableros, dos pases gol, 1,5 robos y 1,5 bloqueos por juego. Si bien hubo una derrota en el camino, los fans de Philadelphia 76ers empezaron a cantar la frase: “Fo’, fi’, fo'”. Así, se refirieron al 4-0 en la primera ronda, el 4-1 en las Finales de la región y el 4-0 en las Finales de la NBA.